UN ÁNGEL PARA TU SOLEDAD
(Transcripción Gabriela Robledo)
Ya sufriste cosas mejores que éstas
y vas a andar esta ruta, hoy, cuando anochezca.
Tu esqueleto te trajo hasta aquí
con un cuerpo hambriento, veloz
y aquí ¡gracias a dios, uno no cree en lo que oye!
Ángel de la soledad
y de la desolación
preso de tu ilusión, vas a bailar,
a bailar, a bailar, bailar.
Es tan simple, así.
No podés elegir,
claro que no siempre, ¿ves?
resulta bien.
Atado con doble cordel, el de simular,
no querés girar maniatado, querés faulear
y arremolinar,
oh, oh, oh.
Medís tu acrobacia y saltás,
tu secreto es: la suerte del principiante
no puede fallar.
Alguna vez, quizá, se te va la mano
y las llamas en pena invaden tu cuerpo
y caés en manos del ángel de la soledad
y él, gracias a dios,
tampoco cree en lo que oye.
Ángel de la soledad
y de la desolación,
preso de tu ilusión,
vas a bailar,
a bailar, bailar.
Por mis penas bailar.
Y por tu soledad.
miércoles, 1 de septiembre de 2010
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